Ya en la sección Perro ideal comentamos un poco sobre la importancia de seleccionar correctamente (según nuestras posibilidades y necesidades) al nuevo miembro de la familia. Primero que nada es vital que hagamos una elección conciente, y tomar en cuenta que la principal causa de abandono son los perros no deseados.

Ahora bien, cuando llega nuestro compañero a casa, ¿Qué debemos hacer? Los primeros pasos de nuestros pequeños son de suma importancia ya que definirán los parámetros esenciales en el desarrollo de su comportamiento a futuro.

“El entrenamiento de mi perro comienza desde que está en mis manos”

– Stefan Juntke, adiestrador canino y campeón mundial de RCI

Cuando tenemos un cachorro lo primero que debemos hacer es crear una línea de comunicación clara con nuestro perro. Premiar las conductas positivas y reprochar las negativas dentro de una línea de reforzamiento positivo. Desde temprano es importante establecer los límites y licencias que tendrá el perro para desenvolverse en el entorno familiar. Como por ejemplo: dónde hacer sus necesidades o no subirse al sofá, respetar a los niños…

En esta etapa debemos buscar cuales son las aptitudes de nuestro perro y proyectarlas hacia el futuro. Y complementar esas aptitudes con nuestros deseos y necesidades: si queremos que nuestro perro sea deportista, guardián o haga trucos. Teniendo claro esto, se pueden construir un gran vínculo con buenas bases y motivación.

Nosotros, en el equipo K9, brindamos toda la asesoría y ayuda necesaria para el buen desarrollo de nuestros perros. A partir de los cuatro meses ya se cuenta con la edad apropiada para comenzar sus clases de obediencia. No olviden buscar a un veterinario de confianza para llevar el historial de su mascota y tener todas las vacunas al día.

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